La lectura es un acto no sólo de interpretación intelectual, sino que supone además acciones que comprometen el cuerpo de tal modo que los libros ante todo son objetos materiales que condicionan la generación de sentidos. Conviene reflexionar, por tanto, sobre el libro como objeto en el ámbito de la formación de lectores puesto que la manipulación se define como uno de los elementos clave en el acto de leer desde la curiosidad y El juego que sustentan la infancia. No parece desacertado entender que la irrupción de los soportes virtuales en la lectura en pantalla eminentemente interactiva haya asentado paradójicamente la necesidad del objeto libro de potenciar al máximo su especificidad, ya que cualquier libro, en su forma más sencilla, es por definición un libro animado. En este marco, los capítulos que componen el presente volumen obedecen a la finalidad de investigar, estudiar, reflexionar y profundizar sobre la materialidad como elemento constructor del discurso en la literatura infantil. Contracubierta.